A nuestro amigo: Antonio el Pelao.

Amigo Antonio el pelao, te recuerdo con esa sonrisa de hombre bueno y afable. Siceramente sabia muy poco de ti y de tu vida habida.Con mucha certeza y precisión siempre te recordare sentado con gracia y fluyendo esa sonrisa tan agradecida al encontrarnos.Cuando en tres sorbos te caldeabas con ese caldico y antes de dar el primer trago tenias configurado "buenas tardes amigo".Siempre te contestaba ¿Como va eso Antonio? terminaba sosegado con su trago caliente y siempre me respondía: Aquí vamos!.Esas tardes sentado en prolongación de la agradecida sombra de la morera, con gafas de sol puestas o ancladas en la abertura de tu camisa.Te recuerdo en los mejores momentos y siempre ocupabas el rincón mas cálido porque tu lo irradiabas.Una vez recuerdo esa tarde de invierno que acompañado de Paqui entramos al Corralillo donde te apretujabas al calor radiante del radiador pues la noche lo merecía, nos apostamos en la barra y tras las primeras cañas, el cansino frió nos vencía. Tu atento a nuestro tiritar nos miraste en un pispas y cariñosamente nos indicarte de ponernos a tu lado y dejarnos de tiritar.Eso hicimos Antonio y con ese calor que nos fuiste a dar terminamos de charla sin parar. Quizás fue esta conversación la mas extendida contigo en vida pero siempre la recordare por esa generosidad tan espontanea amigo Antonio. No quiero extenderme tan solo acordarme de un hombre tan bueno,siempre sonriendo e inundado de una explendida y sencilla filosofía.


Hasta siempre Amigo Antonio.