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jueves, 7 de noviembre de 2013

Por fin hemos regresado, con este mi baile de dedos sobre la sopa de letras de mi teclado, por cierto sabrosisima, en cuanto a esencia escrita, al menos pienso yo.La verdad lo que cuesta ponerse a decir en forma escrita aquello que debería quedar siempre transcrito por su poder de viveza y exquisita  opinión.
Estamos bien en general tan solo refunfuñando con este otoño poco llorón , que nos deja en tintes de ansiedad por salirnos del formato tradicional.Todos esperamos aquello que de caer hará movilizarnos por las tierras ya apretadas por la escasez del nuestro oro liquido.Atreverme a formular sobre lo que ocurre en este cambio de ciclo es una probabilidad que nunca resulta gratificante por sus aleatorios resultados ultimamente. Pienso que hayemos la tranquilidad cuando la tierra huela a mojado, pero esto nunca se acaba , el ciclo es largo y los cambios de tendencia sobradamente manifiestos.Tomaré una estrategia para acabar con el desacierto y probablemente aceptaré lo que nos envía la divinidad y proporcionalmente lo que esta especie estamos alterando con nuestras ansias de llenar el saco con las apreturas que nunca se convierten en valor seguro.Sabemos que pudiera ser, también que puede ser , magia no es ,pero actitud consciente debemos aportar a todo este embrollo o terminaremos recibiendo un soponcio.Hace mucho tiempo que un profesor me explico que la naturaleza es de condición dinámica y no estatica, queriendo transmitirme la idea de que todo lo que viene se vuelve a ir y viceversa, por tanto, yo por mi parte solo tengo que discernir del estado que nos ocupa: malo o bueno. Así de sencillo así de complicado pero la mejor interpretación para recurarse del fallo tecnológico o adivinatorio de los que estamos acostumbrados a consultar cuando la paciencia roza la ansiedad ansiolitica. Amigos tomemos consciencia, tomemos posiciones favorables a nuestro perfil de entendimiento y seamos como no, un ingrediente natural más con todas las grandes ventajas de ser un viejo zorro homo sapiens.

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