De una mañana casi perfecta,
por mi ventana se contemplan,
campos preñados de cebadas,
y los primeros tímidos rayos de sol,
tractores,hombres y una misión,
trajinar hectareas:cultivos y tradición
deduzco buen tiempo acometa,
a esos campos sembrados de ilusión,
a esas gentes de ávida hospitalidad,
y de ello doy fé en cualquier estación.
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